Llevó consigo, en su expedición, al escritor Paul-Alexis Ladame, quien se consideraba descendiente de una familia cátara.
Escribió dos obras inspiradas en su viaje, Cruzada contra el Grial y La corte de Lucifer.
Estos libros influyeron en autores posteriores vinculados a (o inspirados en) el esoterismo medieval como Trevor Ravenscroftl, Peter Berling o Jean-Michel Angebert, y en defensores del misticismo nacionalsocialista y germánico como Nigel Pennick.
También formó parte del grupo esotérico Les Polaires, que indagaba en la biografía y obra de Christian Rosenkreutz.
No fue fácil para él pertenecer a las SS. Tiempo después se lo explicaba un amigo de la siguiente forma: "Un hombre necesita comer, ¿Qué esperabas que hiciera?
Lo que allí vio y experimentó, le sumió en una depresión crónica; en este estado le escribió a un amigo: "Ya no es posible por más tiempo, vivir en el país en el que se ha convertido mi patria.
[4] Este punto es bastante discutido por los historiadores, se cree que la Gestapo comenzó una campaña contra él, en la que se le ofreció la opción del suicidio, al ser acusado de homosexual y la posibilidad de tener antepasados judíos.