De madre holandesa y padre alemán, su familia poseía negocios en Brasil, por lo que Wucherer pasa los primeros años de su vida en Bahía.
Después de una breve estancia en Londres, ejerce como médico en Lisboa y posteriormente en Nazaret y Cachoeira, Brasil.
En 1868 descubrió, en la orina, el parásito, Wuchereria bancrofti, que produce una importante filariasis, la elefantiasis parasitaria tropical.
El nombre genérico del parásito, Wuchereria, honra su apellido.
Se encuentra enterrado en Salvador de Bahía, Brasil.