Osvaldo Aranha

Tuvo una destacada actuación en los gobiernos de Getúlio Vargas y también en el ámbito de las Naciones Unidas, donde presidió la Asamblea General (1947-1948)[2]​ y el Consejo de Seguridad (marzo de 1947).

[3]​ Fue iniciado en el candomblé por la Iyalorixá Eugênia Anna Santos y entre los dos lograron que Getulio Vargas promulgase, en 1938, el decreto presidencial 1202 que reconocía la legítimidad de los terreiros tradicionales y permitía la práctica de este culto.

Pasó su infancia en Alegrete, ciudad en la cual su abuelo ayudó a fundar.

Entre 1934 y 1937 fue Embajador en los Estados Unidos, y desde 1937 hasta 1945, Ministro de Asuntos Exteriores de Brasil.

Retornó a la escena política en 1947, como jefe de la delegación brasileña en la recién creada Organización de Naciones Unidas (ONU).