Ese año fue invitado a participar en el prestigioso Premio Ver y Estimar, en el Museo Nacional de Bellas Artes.
Un año más tarde, en el Instituto Di Tella, presentó, "Fuera de las formas del cine", cuatro cortometrajes filmados en 16 mm (blanco y negro, mudo).
El conjunto (El Paseo, El maquillaje, Clímax y El submarino amarillo), centrado en cierta indagación sobre el tiempo, puede considerarse como un importante antecedente del videoarte en el país.
El hecho de la información detallada sobre un objeto -muy relevante en la obra- pero no muy llamativo y algo cotidiano, lleva a mirar más allá y estudiarlo con profundo detenimiento, buscando la atracción del objeto, el porqué de su descripción.
En estas obras, detrás de los cristales perforados, aparecía reiteradamente el autorretrato fotográfico del artista, indiferente ante la muerte, rodando por las escaleras, dando saltos o gritando.