En 1915 hicieron el primer film sonoro realizado completamente en África, titulado Simba, basado en sus propias vivencias, que se estrenó en Nueva York.
Fueron los primeros en utilizar el aeroplano para filmar la vida salvaje y los primeros en filmar a tribus salvajes hostiles en los Mares del Sur y Borneo.
Buscando un espacio donde no hubieran llegado los safaris de caza descubrieron en el norte de Kenia, Lago Paraíso donde se instalaron fundando una verdadera ciudad con electricidad, agua y baño en las casas, tal y como lo describiría Osa en Cuatro Años en el Paraíso.
Un aventura financiada por George Eastman dueño de la compañía Kodak.
Viajó por última vez a África como asesora de El explorador perdido.