Surgió a mediados del siglo XVII, a expensas del hato y la actividad agropecuaria que se desarrollaba en los Llanos de Paya, en la Provincia de Caracas.
En el año 1687, Ortiz era un valle fértil, regado por las aguas del río Paya, su afluente más importante.
Castillo Lara (1975) señala que San Sebastián era la cabecera del llano: "... Desde Sebastián se inicia la fundación pobladora con las escasas encomiendas indígenas de esas región piedemontaña y en los hatos y fundaciones ganaderas de sus vecinos, que se acomodan en los contornos y se alargan después a los Llanos de Paya".
Su formación social estaba integrada mayoritariamente por colonos de origen español o "gente blanca".
Sin embargo, existían otros clases étnicas como pardos, negros e indios.
Ambos lugares son, en nuestros días, dos asentamientos muy antiguos dedicados a la agricultura del pastoreo.
Se casó con Doña Juana Velásquez, cuyo matrimonio procreó ocho hijos, dos hembras y seis varones.
Asimismo aparecen: el capitán Dionisio Ramos, Santos Marchena; las familias Hurtado, Matute, Rodríguez, entre otras.
El litigio judicial se centró por los linderos de ambas localidades, cuya querella causó un conflicto irreconciliable entre ambos vecinos, debido que los parapareños alegaban tener derechos de propiedad por ser los "más antiguos".
Afortunadamente, este pleito culminó en 1843, en una comisión negociadora compuesta por cuatro individuos reconocidos de ambas parroquias.
En la documentación existente se encuentran denuncias contra los tenientes de justicia mayor que gobernaron la localidad y que " dominados de la codicia al Tesoro, amontonaban diligencias sucediendo una a otras, sin tener de ellas el mayor fruto y al fin se entorpecía toda operación, dando oído a frívolas oposiciones, que si al principio parecían justas, al fin se hallaban viciosas, sin presentar en ningún tiempo un medio legal que debió ser comprobado dentro de términos justo, al mejor derecho que autorizaba las dichas oposiciones", según exposición presentada por Juan Francisco Ramos y otros apoderados en 1823.
Se cometieron las mayores atrocidades a mujeres, niños y hombres por parte del ejército realista.
Sus cuarteles se establecieron en la localidad como centros estratégicos para enfrentar lo que llamaban "sublevación" de los patriotas, liberalizados por Simón Bolívar.
Entre sus figuras más destacadas en la lucha de la Independencia y la Libertad de Venezuela se encuentran: Roso Vilera: "quien hizo toda la guerra con Páez, en Apure y con el mismo Páez alcanzó a Carabobo".
Pablo Tovar: "quien luchó en Carabobo y fue hasta al Perú en el ejército auxiliar".
Dos años después, en 1866, la Legislación Regional decidió cambiar el nombre de la demarcación política territorial.
Esta tragedia sirvió de inspiración al gran novelista venezolano Miguel Otero Silva, quien el año 1955 publicó su célebre novela Casas Muertas, la cual aparece concebida como una sucesión de estampas en torno al irremisible proceso agónico en que se debatió esta ciudad agreste e histórica, que se denominó La Flor de Los Llanos.
La Junta quedó integrada por Nicanor Rodríguez, presidente; Justo Flores, vicepresidente; Antonio Seijas, tesorero; Augusto Herrera, secretario; Vicente Ramos, subsecretario y vocales: Gabriel Loreto y Antonio Rodríguez.
Desde esa época ha sufrido una transformación urbana y un mejoramiento de sus condiciones sociales.
Ortiz se encuentra comunicada con el resto del país a través de la carretera nacional troncal n.º 2.
La Novela Casas Muertas de Miguel Otero Silva se desarrolla en esta ciudad.