[1] Las intérpretes eran generalmente prisioneras jóvenes de diversas nacionalidades y llevaban a cabo esta labor musical pues se consideraba útil para el funcionamiento diario del campo.
En los primeros meses la orquesta estaba constituida por músicas amateurs con una sección de cuerdas, acordeones y una mandolina.
También contaba con músicos profesionales como la violonchelista Anita Lasker-Wallfisch y la vocalista / pianista Fania Fénelon, quienes luego escribieron memorias de su tiempo en la orquesta.
Wallfisch por ejemplo, contó que le mandaron interpretar Sueños de Robert Schumann para Josef Mengele.
[6] Ese mismo mes, Auschwitz fue desmantelado y la orquesta restante fue enviada a Bergen-Belsen.