Oriol Tarragó

A su regreso de Singapur, trabajó con Guillermo del Toro en El espinazo del diablo (2001) y con su compañero de la ESCAC Juan Antonio Bayona en sus diversos cortos y luego en El orfanato (2007).

Posteriormente, se trasladó a los Estados Unidos, donde amplió su formación en posproducción en la Universidad de Nueva York, y de ahí viajó a Londres, donde trabajó como montador de sonido.

A su regreso a Barcelona, fundó su propio estudio y comenzó a colaborar con directores como Jaume Balagueró, Kike Maíllo, Denis Villeneuve o Daniel Monzón, así como en las siguientes entregas de Juan Antonio Bayona.

En la actualidad compagina su trabajo en posproducción de sonido, desde su estudio Coser y Cantar, con la docencia en la ESCAC y otros programas de la Universidad de Barcelona.

También participa en varios proyectos en estudios de los Estados Unidos, Canadá e Inglaterra.