Se caracterizaban por realizar un teatro no convencional, donde se salía del escenario e incluso del espacio teatral, representando obras en espacios públicos como en paradas de semáforos o el Obelisco.
Inspirados por La Fura dels Baus, los estudiantes decidieron implementar la técnica de "teatro de choque" y elementos multimediales junto con una interacción con el público.
El espectáculo simulaba una procesión y un atentado contra el Papa, mientras actores disfrazados se movían al ritmo de la música reproducida en grabadores transportados por ellos mismos.
[1] Ambas corrientes tenían como objetivo recuperar del espacio urbano, denunciar la violencia del Proceso de Reorganización Nacional y reflexionar sobre el rol de la sociedad en los ámbitos históricos que se vivieron en la época.
La Organización Negra intentó, desde su fundación, separarse de este "teatro social", concentrándose en desafiar los límites del teatro tradicional, y poniendo como eje central el cuerpo.