Tuvo una vida efímera pues desapareció al año siguiente.
Los delegados, en su inmensa mayoría catalanes, y el Comité federal decidieron crear la Federación Española de Resistencia al Capital, más conocida con el nombre de Pacto de Unión y Solidaridad, cuyo propósito era «reunir en una acción común la fuerza resistente del proletariado español para dirigirla contra el capitalismo imperante…».
Para ello se aprobó el «apoyo incondicional a toda huelga promovida por los trabajadores para poner a salvo su dignidad ultrajada o para mejorar sus condiciones de trabajo», aunque se recomendó que las huelgas sólo si hicieran «en condiciones favorables».
No había estatutos ni normas disciplinarias».
[2] Pero la nueva organización desapareció al año siguiente.