Para junio de dicho año se unió temporalmente a Tomás Urbina y participó en el exitoso ataque a Durango encabezado por éste.
Los Pereyra y Contreras habían aislado la plaza desde marzo.
Su colaboración con Tomás Urbina los llevó al lado de Francisco Villa.
Cayó prisionero y murió fusilado en noviembre de 1915.
Tuvieron tres hijos: Orestes, Gabriel José y Virginia.