En 1960 implantó un marcapasos provisto por Rune Elmqvist del Instituto Karolinska de Suecia, siendo esta la primera implantación exitosa en América, y ubicando a Uruguay como segundo país a nivel mundial en realizar esta práctica.
Durante esa estancia en Estocolmo se vinculó con Rune Elmqvist[4] y su equipo, que trabajaban en la fabricación de un marcapasos implantable.
El implante se le realizó a una joven paciente que padecía de bloqueo aurículo-ventricular y sufría de reiterados y severos paros cardíacos.
[3] Fue uno de los fundadores del Instituto Nacional de Cirugía Cardíaca (1965) que hoy lleva su nombre.
Registró tres patentes: "Electrodo de autofijación”, "Electrodo para estimulación eléctrica de tejidos vivos" y “Corazón artificial implantable".