Orden de Santa Clara de la Regla de Urbano IV

En estos años surgieron numerosos monasterios de clarisas, todos bajo la Regla de san Benito, aunque inspirados en las enseñanzas o testamentos espirituales de los fundadores.

Sin embargo, numerosos monasterios rechazaron el rigor de la regla de santa Clara, por lo que pidieron al cardenal protector Giovanni Gaetano Orsini, de componer una nueva regla, que fue aprobada por el papa Urbano IV el 18 de octubre de 1263, por ello se conoce como Regla urbaniana, que permitió a las religiosas poseer bienes propios en común.

Constituye la Segunda Orden de los franciscanos conventuales.

[1]​ Las clarisas urbanianas de la adoración perpetua se dedican a la contemplación y a las obras de misericordia.

En 2017, la orden contaba con 865 religiosas y 74 monasterios.

La reforma de la regla de santa Clara, aprobada por el papa Urbano IV (1195-1264), en 1263, provocó la división de la orden en damianitas y urbanianas.