El Zar, que había recibido 2 cartas del proprio puño de Ferdinand von Hompesch zu Bolheim, con las cuales abdicaba a favor de Pablo I°, aceptó las peticiones de los caballeros exiliados desde Malta.
Sin embargo la esperanza nutrida por más de 400 caballeros y dignatarios dirigidos a Rusia para encontrar justas soluciones a los problemas de la Orden derivados por la pérdida de la isla de Malta, parecía que podía ser finalmente alcanzada.
El más grande resultado del zar Pablo I como Gran Maestro de la Orden fue el de buscar una pequeña reunificación religiosa en clave ecuménica” de los caballeros ortodoxos con los católicos.
Desafortunadamente el zar fue asesinado pocos años después, antes que Pablo I° pudiese determinar activamente la política de la Soberana Orden.
Alejandro I de Rusia sustituyó a su padre, luego de su muerte, nombrando a Nikolaj Ivanovic Saltykov, como primer ministro ruso, y como Teniente de la Soberana Orden, mientras el mismo era solamente protector de la Soberana Orden, renunciando a ser el Gran Maestro por motivos religiosos.