Oración, enunciado y proposición son tres términos considerados cuasisinónimos en textos de descripción informal de las lenguas.
Sin embargo, formalmente es conveniente distinguirlos para representar varios aspectos sintácticos, pragmáticos y lógicos de un acto de habla: Un ejemplo de que es necesario distinguir, por ejemplo, enunciado de oración es el siguiente ejemplo: La oración (1) tiene fuerza ilocutiva imperativa, pero como orden es prácticamente equivalente a la forma suavizada o no-impositiva de pedir lo mismo para la que se usa la oración (2), o la petición enfática (3).
El contenido semántico de la oración involucra una proposición o varias proposiciones.
Así, pues, tenemos los siguientes casos: