Los objetivos comunes son minimizar el costo y maximizar el rendimiento y/o la eficiencia.
Al optimizar un proceso, el objetivo es maximizar una o más de las especificaciones del proceso, manteniendo todas las demás dentro de sus limitaciones.
Hay tres parámetros que pueden ajustarse para afectar el rendimiento óptimo: El primer paso es verificar que el equipo existente se está utilizando al máximo, examinando los datos de operación para identificar cuellos de botella en el equipo.
Pero la automatización no servirá si los operadores toman el control y ejecutan la planta en forma manual.
El proceso será más costoso de operar y el equipo se desgastará prematuramente.