Onna-musha

mujer guerrera), es un reducido grupo de mujeres que desarrollaron actividades bélicas como samuráis en el Japón feudal.

A pesar de su escaso número representan una importante e icónica presencia en el antiguo Japón.

La emperatriz Jingu, Tomoe Gozen, Nakano Takeko[1]​ y Hojo Masako[2]​ son los exponentes más característicos de este grup.

La preferían sobre todo por su longitud, que permitía compensar la mayor fuerza y tamaño corporal de oponentes masculinos manteniéndolos a distancia.

Además de la naginata, las onna-musha empleaban también armas a distancia como el arco y las flechas, ya que las ventajas masculinas tradicionales como la fuerza física cuentan mucho menos en el combate a distancia.