Normalmente están asociadas con las primeras etapas de sueño, fases 1 y 2.
Se generan tras la interacción entre los lóbulos temporal y frontal.
Los sonidos binaurales basados en ondas theta están recomendados para asimilar nueva información, sobre todo en estudiantes de edad avanzada, aunque puede aplicarse también a adolescentes.
Las ondas theta, al contrario que las ondas beta, promueven la relajación y el sueño, tanto despierto como dormido.
La sincronización o la propia emisión theta, hace que nuestro cuerpo adquiera mayor receptividad, lo que condiciona la velocidad de concentración.