Las ondas de Alfvén son perturbaciones veloces que emanan desde el Sol hacia afuera a lo largo de los campos magnéticos, transportando energía electrodinámica.
Se manifiestan como oscilaciones en la corona del Sol, y se cree que son las responsables de que la corona solar esté mucho más caliente que la propia superficie del sol.
[1] Las ondas llevan el nombre del nobel de física Hannes Alfvén quien publicó en 1942 en la revista Nature la existencia de las ondas magnetohidrodinámicas.
La densidad de masa del ion provee la inercia y la tensión de línea del campo magnético provee la fuerza restauradora.
La onda se propaga en la dirección del campo magnético, aunque las ondas existen en incidencia oblicua y suavemente cambia en la onda magneto-sónica cuando la propagación es perpendicular al campo magnético.
El movimiento de los iones y la perturbación del campo magnético son en la misma dirección y transversa a la dirección de propagación.
En 1993, Gedalin derivó la velocidad de onda Alfvén utilizando magneto-hidrodinámica relativista:
), y recuperamos inmediatamente la expresión de la sección anterior.
Intuitivamente, se podría tener sentido ver un decremento en temperatura cuando se mueve lejos de la fuente de calor, pero esto no parece ser el caso, aun cuando la foto-esfera es más densa y genera más calor que la corona.
En 1942, Hannes Alfvén propuso en "Nature" la existencia de una onda electromagnética-hidrodinámica la cual podría llevar energía desde la fotosfera para calentar la corona y el viento solar.
Él estableció: Si un líquido conducido es situado en un campo magnético constante, cada movimiento del líquido da aumento a un E.M.F., el cual produce corrientes eléctricas.
Debido al campo magnético, estas corrientes dan fuerzas mecánicas, las cuales cambian el estado de movimiento del líquido.
Junto con gradientes de presión variantes bajo la superficie, las fluctuaciones electromagnéticas producidas en la zona de convección inducen movimientos aleatorios en la superficie fotosferica produce ondas Alfvén.
Las ondas, entonces, dejan la superficie, viajan a través de la cromosfera y zona de transición, e interactúan con el plasma ionizado.
La onda misma lleva energía y algo del plasma eléctricamente cargado.
En los tempranos 1990s, De Pontieu y Haerendel sugirieron que las ondas Alfvén deben también ser asociadas con los chorros de plasma conocidos como espículas.
En 2007, las ondas Alfvén fueron reportadas observadas por primera vez viajando a través de la corona por Tomcyzk et al., pero sus predicciones no pudieron concluir que la energía llevada por las ondas Alfvén era suficiente para calentar la corona a su enrome temperatura, para las amplitudes observadas para las ondas no era suficientemente alta.
Sin embargo, los descubrimientos, mencionados arriba, de las ondas Alfvén en la compleja atmósfera del Sol, comenzando en la era Hinode en 2007, para los próximos 10 años, mucho cae en el reino de ondas Alfvén generadas esencialmente como un modo mezclado debido a la estructuración transversa de las propiedades magnéticas y del plasma en los tubos de flujo localizado.
Ellos reclamaron la primera detección directa de período largo (126 - 700 s) de ondas Alfvén incompresibles, torsionales en la atmósfera baja solar.
Después del trabajo seminal de Jess et al.
Descubrieron que estas ondas de alta frecuencia transportan energía sustancial capaz de calentar la corona del Sol y también originando el viento solar supersónico.