Claude mira con desconfianza cómo Nicolas (Jean-Pierre Bacri), antiguo amante de Odile, vuelve a París.
Pero Camille es, sin que ella se dé cuenta, deseada por Simon (André Dussolier), empleado del tiránico Marc.
A partir del tema de las apariencias Resnais se inspira esta vez del autor inglés Dennis Potter que tenía la costumbre de introducir canciones completas en sus trabajos para fustigar mejor a la sociedad británica.
Pese a ser un musical las canciones no se emplean como suele ser usual en el género musical sino que extractos de canciones cantados en playback - procedimiento ya utilizado en La vie est un roman - intervienen, por asociación libre, cuando los personajes se cruzan.
[3] La película obtiene positivas valoraciones en los portales de información cinematográfica y entre la crítica especializada.