Al bloquear al receptor y no la síntesis de la angiotensina II, el olmesartán inhibe la retroalimentación negativa producida por la renina lo que previene la vasoconstricción y la liberación de la hormona aldosterona.
Es una medicación que se utiliza para tratar la presión arterial elevada, fallo cardíaco congestivo y la enfermedad renal diabética.
El olmesartán está disponible en tabletas de 20 y 40 mg.
[1] Los efectos adversos más comunes incluyen mareo, cefalea, diarrea, infecciones del tracto respiratorio alto, y trastorno del ritmo circadiano.
El olmesartán puede interactuar con otros medicamentos o substancias estimulantes tales como las píldoras dietéticas, medicamentos para el resfriado común, suplementos a base de potasio y substitutos de sal.