Ola de frío

Las oleadas de invierno tienden a explicarse más que por la simple invasión de aire de zonas normalmente frías, por el anterior enfriamiento de la masa de aire en esos lugares y su movimiento hacia las latitudes más al sur o norte, dependiendo el hemisferio.Las entradas o advecciones de aire frío se producen casi exclusivamente cuando la trayectoria mediana seguida por los vientos del oeste de latitudes medianas o westerlies, consigue su máximo descenso en latitud, lo cual tiene lugar durante los meses de invierno, y además su índice de circulación zonal es muy bajo o hay una situación de bloqueo de esta circulación.Debe tenerse en cuenta que no todas las inversiones o advecciones de origen septentrional resultan en congelación y constituyen verdaderas olas de frío.Esta denominación suele reservarse exclusivamente a aquellas que conducen a una disminución excepcional de la temperatura, capaz de dejar una señal importante en el entorno natural y provocar alteraciones en el paisaje humano, razón por la cual llegan a trascender a los medios de comunicación y generar un impacto en la opinión pública.Sin embargo, el mayor número de invasiones de este tipo tiene lugar entre noviembre y abril y, especialmente en los meses de diciembre, enero y febrero, mientras que son muy poco frecuentes durante los meses de verano y excepcionales en el mes de julio.