Se integraron el cirujano Roberto Laspiur, el baqueano Pedro Bejarano, y el científico Olaf J. Storm.También se incorporaron varios tobas que hacían de baqueanos y lenguas, enviados por el gobernador del Chaco.Las lluvias llegaron a mediados de noviembre, por lo que se reemprendió el viaje con las tres embarcaciones: Sara, Atlántico y Explorador; quedando en el fortín 60 soldados al mando del capitán Pedro Altamirano, enviados oportunamente por el gobernador.De noche se acampaba en tierra, con marcado alivio para la gente hacinada a bordo.El 20 alcanzaron las Juntas de Fontana, donde hallaron las ruinas del Fortín Viejobueno, levantado en 1882 y quemado por los indios.El 23 la expedición se internó en el actual Brazo Sur levemente más ancho que el Norte, con sus 22 m en la boca, 20 pies medio.Desde ese lugar en adelante las dificultades crecieron, y casi sin carbón localizaron en un punto, que llamaron Mora Negra, abundancia de buena leña para las calderas.El 29 de noviembre se reanudó la navegación por ese riacho, y a poco de andar también se produjeron serios problemas que afectaron primero al Explorador y después al Atlántico, que perdió una hélice contra un tocón sumergido.La vida de campamento fue mala y pronto aparecieron los enfermos, para los cuales no había médico ni medicamentos adecuados.Recompuesta la gente, y tras una pequeña creciente, el mayor Feilberg reemprendió el viaje por el Pilcomayo el 22 de diciembre.Después le tocó el turno al Explorador y por último a la Atlántico, que inutilizó otra hélice.En consecuencia, y reunida la oficialidad, Feilberg tomó la triste decisión de dar por finalizada la expedición.