La isla era un área cultivada hasta la Guerra Ruso-Japonesa, cuando diez fuertes fueron construidos para protegerla.
En 1925, el Instituto de Ciencia y Tecnología del Ejército Imperial Japonés, dio inicio a un programa secreto para desarrollar armas químicas, basándose en una amplia investigación que determinó que se estaban produciendo armas químicas a lo largo de los Estados Unidos y Europa.
Cuando la isla fue desarrollada como parque después de la Segunda Guerra Mundial, estos conejos fueron soltados a propósito, pues muchos fueron usados en la planta para probar la efectividad de las armas químicas durante la guerra; sin embargo, dichos conejos fueron aniquilados cuando se demolió la planta.
Cazar estas criaturas está prohibido, al igual que llevar perros y gatos a la isla.
El segundo espacio muestra cómo el gas afecta el cuerpo humano a través de los pulmones, los ojos, la piel y el corazón.
Las imágenes de víctimas en Irak e Irán enriquecen el mensaje que da el museo.
Espero que la gente comprenda ambas facetas y reconozca la importancia de la paz.