El título hace referencia al ojo de Dios, que aparece como un personaje en el universo del fundamentalista religioso Arthur Sylvester.
Bill Laws, un afroamericano que posee un doctorado en física, es empleado como humilde guía turístico del Bevatrón.
Joan Reiss es una mujer patológicamente paranoica, y Edith Pritchet es una anciana maternal pero censuradora.
Jack Hamilton y Bill Laws forman una pequeña empresa que busca avances en tecnología estereofónica.
En este episodio, el protagonista se despierta y se encuentra atrapado dentro del subconsciente de alguien, presumiblemente uno de los personajes principales, y debe atravesar realidades dentro de realidades mientras descubre cómo escapar, y al mismo tiempo confirma que es más que solo un producto imaginativo del cerebro en el que está atrapado.