Se creó por Real Decreto de 8 de octubre de 2018 para asumir las competencias del Alto Comisionado del Gobierno para la Marca España y su oficina y, en 2020, se potenció añadiéndole responsabilidades sobre política económica exterior y de comunicación.
Creada durante la crisis económica, tenía una oficina propia conocida como la Oficina del Alto Comisionado y no tenía presupuesto.
Con el cambio de Gobierno en 2018, y tras numerosas críticas hacia el Alto Comisionado del Gobierno para la Marca España debido a su falta de regulación, control y presupuesto,[3] el ministro Josep Borrell sopesó su supresión,[4] sin embargo, a finales de septiembre se anunció que este no sería el caso y que se reformaría el organismo dotándole de un presupuesto propio y orientado a «presentar a España como lo que es, una 'full democracy'»,[5] en una clara alusión al deterioro de la imagen de España debido al desafío separatista catalán.
En lo que respecta a las funciones de promoción de la imagen exterior de España, las funciones se repartieron entre la nueva Dirección General del Español en el Mundo y la Dirección General de Comunicación, Diplomacia Pública y Redes.
Durante su existencia, únicamente dos personas han ocupado la titularidad del órgano: