Comenzó estudiando en su ciudad natal con Héctor Da Ponte, Modesto Delgado Rodas, Pablo Alborno y Adán Kunos, para trasladarse luego becada a Montevideo, Uruguay, donde definió su vocación realizando estudios bajo la dirección del Profesor Domingo Bazzurro (1939-1941).
[1] El crítico de arte Ticio Escobar escribe acerca de Ofelia Echagüe Vera: “Su mejor obra creativa la realiza en el período inmediato a su vuelta al país y durante pocos años.
En su exposición en el ‘Club Centenario’, la primera individual, en 1946, ya están definidas las características fundamentales de su pintura: buena factura técnica, figuras rotundas de presencia escultórica, organización meditada del espacio en planos y volúmenes, fuerte sentido de la expresión y preferencia por el tema del desnudo femenino”.
"Aunque sus macizos personajes se estructuran en composiciones cuidadosas y meditadas que delatan la influencia del postimpresionismo rioplatense, tienen una indudable carga de significados relativa a la problemática existencial del hombre; siempre hay un fondo de soledad y desesperanza en sus ambientes semivacíos invadidos por luces crudas, un sentido de incomunicación instalado entre sus mujeres de cuerpos duros y miradas ausentes”.
Desde esta perspectiva, Ofelia Echagüe Vera, a través de su obra se convierte en una auténtica precursora porque rompe los esquemas de la pacatería y el puritanismo imperantes en ese entonces en el arte paraguayo.