Fue juzgado por su responsabilidad de mando ante crímenes de lesa humanidad[cita requerida] y cumplió condena en el Penal Cordillera, en Santiago, hasta su suicidio.
Se formó en la carrera militar en el arma de infantería.
El 9 de enero de 1973 fue designado comandante del Regimiento "Rancagua" en Arica, donde tenía como misión preparar la respuesta chilena ante un eventual conflicto militar que se produjera en la frontera con Perú.
En 2008 la Corte Suprema en fallo definitivo rebajó la pena a seis años,[7] ya que no se le acusó de haber ordenado que se les fusilara, sino por responsabilidad de mando, por el cargo que ocupaba.
[6] En el recinto compartía cabaña con el brigadier en retiro Pedro Espinoza.