Ochío

Antiguamente el azúcar se sustituía por miel vieja —deshidratada—.De aquí también proceden los famosos hornazos, que se hace con un huevo duro entero y sin pelar en su centro.Con posterioridad, ya en los años 1930 y en la comarca de La Loma, se modificó la receta primitiva, untando con una mezcla de pimentón dulce con aceite de oliva virgen extra y sazonado por encima con sal gruesa.Su forma tradicional es aplanada y redonda, con borde trenzado, aunque en la actualidad se comercializa con distintas formas y tamaños —como los crujientes, en barritas para picar, rellenos de chocolate, etc.— siendo su consumo a diario, tanto dulces como salados.También se ven versiones completamente diferentes en otras poblaciones andaluzas, como en Jaén, La Roda de Andalucía o Estepa donde pasa por ser un dulce típico de Semana Santa junto a pestiños, magdalenas y gachas.