En la actualidad los trabajos que se realizan incluyen investigación científica e histórica, conservación del patrimonio y diversas actividades divulgativas orientadas al público.
Para dicha tarea, era necesario construir un nuevo observatorio donde se pudiera instalar el equipo adecuado.
Wilhelm Struve, director de Pulkovo y famoso astrónomo, ofreció sus servicios al gobierno portugués y fue nombrado asesor principal, por lo que desempeñó un papel muy importante tanto en la elección del equipo como en la preparación del astrónomo Frederico Augusto Oom, cuya formación duró aproximadamente 5 años.
Éste también contribuyó con fondos retirados de su retribución personal, finalizándose el edificio en 1867, año en que se iniciaron las observaciones astronómicas.
Dichas salas están ubicadas en las alas norte, este y oeste del edificio central.
Existen, además, espaciosas salas que en dicha época servían para las clases, realización de cálculos, etc.
Paralelamente, se relata la propia historia del OAL, que comenzó precisamente en la mitad de dicho siglo.
Una de las principales sorpresas es que todos los instrumentos del OAL son todavía funcionales, a pesar de que nunca fueron modernizadas con motores eléctricos, piezas, componentes (engranajes, micrómetros, lentes, etc) o sistemas completos (control, motores, etc) mejores o más modernos.
No obstante, es posible encontrar pequeñas alteraciones en algunos casos, si bien la mayoría de éstas se realizaron en la época del instrumento.
En la actualidad, los telescopios no están perfectamente alineados, ni ópticamente colimados, ni los relojes de péndulo están activos, si bien todavía se podría ajustar toda la instrumentación en caso de que alguien quisiera realizar observaciones nuevamente.
Decenas de bancos, comerciantes, abogados y otros sectores se rigen por la hora legal para llevar a cabo sus actividades.