Cheshire ha contado con un arzobispado desde 1072 cuando la sede se encontraba en la Iglesia de San Juan El Bautista hasta 1102.
Chester, en varios períodos de su historia, ha tenido arzobispo y catedral, hasta los inicios del siglo XVI en forma intermitente.
La diócesis de Coventry y Lichfield tenía una extensión considerable, y quizá se encontró conveniente tener algo análogo a la catedral en Chester, aun cuando la catedral misma se encontrara en cualquier otro lugar, por lo que es posible ver que la iglesia de San Juan fue calificada como catedral por un período considerable de tiempo, teniendo su propio decano y sus capítulos canónicos seculares hasta el tiempo de la reforma.
Pero la base eclesiástica principal en Chester fue el monasterio benedictino de Santa Werburga, la iglesia que finalmente llegó a ser la Iglesia Catedral de Cristo y la Santa Virgen María.
Habiendo sido ya recompensado por su nombramiento como Arzobispo de Bangor, fue trasladado a Chester.
George Cotes, Máster de Balliol y profesional en teología, fue nombrado arzobispo por la Santa Sede.