Sin embargo, no era muy común representarlos mediante sus nombres, con la excepción de los números uno y dos.
Para escribir un número ordinal, los egipcios utilizaron tres formas diferentes: En contra de lo que pueda parecer, la escritura jeroglífica de los números apenas fue empleada en la vida diaria.
Al ser indiferente el orden se escribían a veces según criterios estéticos, y solían ir acompañados de los jeroglíficos correspondientes al tipo de objeto (animales, prisioneros, vasijas etc.) cuyo número indicaban.
Estos signos fueron utilizados hasta la incorporación de Egipto al imperio romano.
Pero su uso quedó reservado a las inscripciones monumentales, en el uso diario fue sustituido por la escritura hierática y demótica, formas más simples que permitían mayor rapidez y comodidad a los escribas.
Aparte de 2/3 y 3/4 los egipcios no conocían fracciones con numerador distinto a uno.