El método se basa en usar la tensión geológica del macizo rocoso circundante para que el túnel se estabilice a sí mismo mediante el efecto arco.
Para conseguirlo se basan en medidas geotécnicas para trazar un sección óptima.
La excavación es inmediatamente protegida con una delgada capa de hormigón proyectado.
Esta técnica ganó notoriedad en la década de 1960 basada en los trabajos de Ladislaus von Rabcewicz, Leopold Müller y Franz Pacher entre 1957 y 1965 en Austria.
El NATM es a menudo citado como un enfoque de "diseño sobre la marcha", al proporcionar un soporte optimizado basado en las condiciones observadas del terreno.