Nuestra Señora de Manáoag

[2]​ La imagen de Nuestra Señora de Manáoag, ubicada en el altar mayor del santuario, es una talla del siglo xvi realizada en marfil y plata la cual representa a la Virgen con el Niño Jesús.El término «Mantatawag» se convertiría con el paso del tiempo en «Mantawag», que en pangasinense y dialectos ilocanos significa «llamar», derivando hasta el actual Manaoag.El líder de los saqueadores trepó por la tosca valla que cercaba el templo y disparó flechas incendiarias al edificio, las cuales milagrosamente no lograron prender fuego a la estructura.[2]​ Por su parte, durante la Segunda Guerra Mundial las fuerzas japonesas arrojaron numerosas bombas en el vecindario situado en torno a la iglesia, la cual solo sufrió pequeños desperfectos.Cuatro bombas cayeron muy cerca del templo; tres impactaron en la plaza aledaña a la estructura y en la fachada, lo que provocó la destrucción de ambas, mientras que la cuarta cayó directamente sobre el santuario, aunque milagrosamente no llegó a explotar.En época reciente aún se atribuyeron milagros a la Virgen, principalmente por creyentes, los cuales fueron difundidos oralmente así como mediante publicaciones y leyendas.[5]​[8]​ La arquidiócesis, acorde a la costumbre de venerar la imagen mediante el contacto directo con la talla o su ropa, instaló una escalera la cual conduce hasta la sala de veneración en la segunda planta, detrás del ábside.Miles de personas se reúnen los sábados y domingos para rezar sus oraciones a la Virgen, oír misa, rezar el rosario, hacer ofrendas florales, encender velas, comprar artículos religiosos, llevar objetos para ser bendecidos, obtener agua bendita, y participar en las actividades de la parroquia.
Representación de la aparición de la Virgen al granjero. Transepto del Santuario de Nuestra Señora del Santísimo Rosario de Manáoag
Representación de la Virgen salvando a la ciudad de un incendio. Transepto del Santuario de Nuestra Señora del Santísimo Rosario de Manáoag