Noyale de Pontivy

Cuando su padre quiso darla en matrimonio al cumplir 20 años, Noyale huyó a Bretaña; tanto ella como su nodriza navegaron hasta la región de Vannes[2]​ o hasta Bignan, arribando a la desembocadura del río Blavet en el tronco de un árbol.Nezan terminó por encontrarlas al poco tiempo y, furioso, decapitó a Noyale.[3]​ De acuerdo con la leyenda, la santa tomó la cabeza cercenada entre sus manos y, guiada por su nodriza, caminó desde el lugar del martirio hasta Pontivy, situado a 5 km de distancia, aunque otras fuentes sostienen que regresó a Inglaterra.[8]​ En Pontivy se levantó una ermita en su honor así como una iglesia en Trois-Fontaines, así llamado debido a que la leyenda sostiene que Noyale, a su paso por la zona con la cabeza entre sus manos, dejó caer tres gotas de sangre[9]​ de las que surgieron tres fuentes actualmente consideradas milagrosas.En el lugar del martirio se erigió una capilla que el propio Nezan trató de destruir ordenando cavar a su alrededor y disponiendo que se desviasen las aguas del arroyo que pasaba por allí, si bien estas cambiaron repentinamente su curso y lo ahogaron, quedando la capilla intacta.