En esta situación Thornhill conoce a una atractiva mujer, Eve Kendall, que le ayuda.
Phillip Vandamm, un espía extranjero que se hace pasar por Townsend, interroga a Thornhill, quien niega ser Kaplan.
Poco convencido, Vandamm arregla para matarlo en un accidente simulado, forzándole a emborracharse y dejándole conduciendo un coche en una carretera alta y estrecha de una montaña en el estado de ebriedad.
Thornhill y su madre visitan la habitación vacía de Kaplan en el Plaza Hotel, donde los matones lo han seguido.
Cuando llegan al hotel en Chicago, Ella le dice a Thornhill que ha concertado una reunión con Kaplan en una parada de autobús rural en Indiana.
Cuando Thornhill llega a la parada de autobús, es atacado por un avión fumigador armado con una ametralladora.
Después de refugiarse en un campo de maíz, intenta detener un camión cisterna; el avión choca contra él y explota, y en la confusión que sigue, Thornhill roba una camioneta.
Vandamm deja a sus secuaces para que se ocupen de Thornhill.
Vandamm vive cerca del Mount Rushmore y la agencia cree que abandonará el país en avión desde allí.
Luego, el profesor hace arreglos para que Thornhill y Kendall se reúnan; Thornhill se entera de que Kendall debe partir en el avión con Vandamm y su mano derecha Leonard.
Leonard recibe un disparo mortal de un guardaparque y el profesor detiene a Vandamm.
Al principio James Stewart estuvo muy interesado en protagonizar la obra cinematográfica pero Hitchcock le culpaba del fracaso comercial de Vertigo (1958) debido a su rostro demasiado abatido.