Los nootrópicos, también conocidos como estimulantes de la memoria o potenciadores cognitivos, son fármacos, medicamentos, drogas, suplementos, nutracéuticos o alimentos funcionales que elevan ciertas funciones mentales humanas (las funciones y las capacidades del cerebro) tales como la cognición, memoria, inteligencia, creatividad, motivación, atención y concentración.
Se cree que los nootrópicos funcionan al alterar la disponibilidad de suministros neuroquímicos en el cerebro (neurotransmisores, enzimas y hormonas), mediante la mejora o activación del metabolismo cerebral, o estimulando el crecimiento neuronal (neurogénesis).
Anteriormente, Skondia en 1979, sugirió seis criterios básicos, quizás la definición más rigurosa, en términos de actividad metabólica en el cerebro, para definir los agentes nootrópicos.
[9] Por otra parte, respecto a los vasodilatadores periféricos, las indicaciones están mal definidas, los estudios clínicos mal diseñados y con importantes deficiencias en la metodología (no aleatorios, no controlados, sin doble ciego, escaso número de pacientes, etc), por lo que la evidencia de la eficacia terapéutica de los vasodilatadores periféricos en la población anciana es dudosa, confusa, contradictoria e insuficiente.
[10] Algunos agentes nootropos y/o activadores de los neurotransmisores (dihidroergocristina mesitalo, co-dergocrina, cetiedilo, piracetam, piritinol, citicolina) sí muestran capacidad terapéutica paliativa y podrían ser útiles para aliviar parcialmente la sintomatología asociada a la demencia senil tipo Alzheimer en algunos pacientes, fundamentalmente mejorando la memoria y el comportamiento, pero en ningún caso se ha demostrado su influencia sobre el estado general de los pacientes y/o la progresión de la enfermedad.
En el otro extremo del espectro están los nootrópicos que tienen efectos inmediatos, profundos, y obvios.
En líneas generales se intenta proveer al organismo los precursores y cofactores que necesita para producir neurotransmisores.
El término fármaco aquí se utiliza como designación legal, y no indica mayor eficacia.
El agotamiento de los neurotransmisores da lugar generalmente a un funcionamiento mental reducido, que puede incluir dificultades de concentración, razonamiento retardado, eficacia para aprender disminuida, deterioro en la memoria, coordinación reducida, alteración del humor y fatiga mental.
Los neurotransmisores del cerebro necesitan ser renovados con frecuencia por el organismo mediante los nutrientes ingeridos en la dieta.
La acetilcolina está ampliamente distribuida en el sistema nervioso central, donde tiene una variedad de efectos neuromoduladores implicados en neuroplasticidad, excitación, y recompensa.
[12] La acetilcolina facilita la formación de la memoria, la concentración, la atención, y los procesos mentales superiores (pensamiento, cálculo, innovación, creatividad, etc.).
Los racetamos (o racetams en inglés) son compuestos estructuralmente similares, derivados del 2-Pirrolidona, a menudo comercializados como potenciadores cognitivos y vendidos sin prescripción facultativa.
Los racetamos a menudo son relacionados con la clase de los nootrópicos, pero sus propiedades farmacológicas no han sido bien establecidas.
El adenosín monofosfato cíclico (AMPc) es un segundo mensajero cuyo incremento mediante agentes nootrópicos mejora ciertos aspectos de la memoria y el aprendizaje.
Se incluyen en esta categoría sustancias que incrementan la circulación general y periférica (microcirculación cerebral).
Se cree que la serotonina representa un papel importante como neurotransmisor en la inhibición de la ira, la agresión, la ansiedad, el humor, el sueño, la sexualidad, y el apetito.
[71][72] Los estimulantes son sustancias que mejoran la agilidad mental, atención, concentración, y resistencia psíquica.
Son altamente adictivos (salvo el modafinilo que actúa bajo otro mecanismo) y tienen diversos efectos secundarios.
Las anfetaminas, en concreto Adderall, dextroanfetamina, and lisdexanfetamina, agonistas del receptor TAAR1 que imitan el efecto de la fenilamina y N-metilfenetilamina endógenas.