Más tarde, cuando ya están disponibles mapas e imágenes de mayor resolución, se nombran nuevos accidentes, a petición de investigadores cartográficos o aquellos que describen accidentes, superficies o formaciones geológicas específicas.Los nombres provisionales, a continuación, se presentan para su aprobación a la Asamblea General de la UAI, que antes se reunía cada tres años, pero que ahora adopta continuamente la nomenclatura de accidentes planetarios cuando son necesarios.Un nombre no se considera oficial —es decir, adoptado— hasta que la Asamblea General haya dado su aprobación.Los anillos de satélites y las manchas en los anillos son nombradas por los científicos que hayan estudiado esos accidentes; los dibujos que muestren esos nombres también se incluirán en el pertinente volumen de transacciones.Los nombres para los accidentes atmosféricos son informales en la actualidad; un sistema formal será elegido en el futuro.