Ningen sengen

Era, por tanto, la religión obligada en el País del Sol Naciente y el propio Emperador gozaba del estatus de akitsumikami 現御神, es decir, encarnación en la Tierra de un Dios; así como de arahitogami 現人神, persona descendiente por línea familiar de una divinidad.

Durante la firma del Ningen sengen[1]​ se empleó akitsumikami y ninguna otra palabra (nótese que solo varía el kanji central entre una y otra), por lo que el Emperador renunció a ser un dios, pero nunca a ser descendiente de Amaterasu.

Estas condiciones deberían colocar al Emperador en una posición por encima del bien y del mal, siendo ésta la actitud que se pretendió mostrar al pueblo en todo momento durante los reinados de todos y cada uno de los emperadores.

No obstante, y de manera póstuma, han salido a la luz documentos sobre Hirohito y su más que activa participación en los acontecimientos producidos durante la II Guerra Mundial.

[2]​ El documento está preservado y expuesto en la National Diet Library,[3]​ 1 Chome-10-1 Nagatacho, Chiyoda, Tokyo 100-8924, Japón.