Sin embargo, no vivió para participar en la revuelta de la prisión, ya que había sido traicionado por otro preso y mantenido bajo la estrecha vigilancia de las Schutzstaffel.
Sus heridas lo dejaron sin poder volar durante un año y requirieron una estancia prolongada en el hospital.
Vlasov salió disparado de su avión cuando se estrelló contra el suelo; sobrevivió, pero debido a sus graves heridas estaba inconsciente cuando las tropas alemanas lo encontraron.
Al despertar en cautiverio estaba muy confundido, pero como no le habían quitado las medallas pensó que no era un cautivo y trató de caminar unos metros, solo para ser detenido por los guardias.
No queriendo que los alemanes le quitaran su preciada medalla de Estrella de Oro de Héroe de la Unión Soviética si algo le sucedía, Vlásov entregó la medalla a otro prisionero para que se aferrara a él: el general Mijaíl Lukin, quien había perdido una pierna en la guerra; Lukin escondió la medalla cosiéndosela en el cinturón.
[3] A lo largo de su carrera militar Vlásov recibió las siguientes condecoraciones soviéticas: