Las vistas desde el río son formidables también hay que tener en cuenta sus infraestructuras como un merendero y su lavadero reconvertido en depósito de agua.[3] Hacia mediados del siglo XIX, el lugar tenía contabilizada una población de 159 habitantes.Además existe una ermita dedicada a San Vicente Ferrer.Además los mozos (jóvenes que cumplen 18 años y por lo tanto en su día iban al servicio militar) ofrecen al Santo un rosco cada uno, que una vez bendecido se reparte en la plaza entre los habitantes del pueblo.La Comisión de Fiestas reparte los huevos y cada familia elabora una tortilla de patata también se comen chorizos, longanizas y sardinas rancias.