Nicole d'Oliva

Nicole nació en París, hija del burgués Claude Le Guay y de su esposa Marguerite David.

[2]​ Procedente «de una honesta, pero humilde familia»,[2]​ la propia Nicole afirma en sus memorias que su «primer infortunio fue quedar huérfana a una edad demasiado tierna, privada del cuidado y la vigilancia de sus padres, lo cual habría evitado los peligros inevitables para una niñez sin protección».

Según Jeanne, María Antonieta, quien estaría observándolos desde un escondite, se sentiría muy complacida con la participación de Nicole, quien aceptó la propuesta.

No obstante, Nicole olvidó entregarle una carta la cual le había sido confiada para que se la diese al cardenal.

La condesa apareció de inmediato argumentando que alguien se acercaba, tras lo cual todos abandonaron el lugar.

Tras elaborarse un contrato en el cual se fijaba la venta de la joya al cardenal por un millón seiscientas mil libras pagaderas en cuatro plazos semestrales y en el que se establecía que María Antonieta sería quien abonaría los pagos, el collar le fue confiado a Jeanne con el fin de que esta se lo entregase a la reina, empezando su esposo Nicolas a vender los diamantes en París y Londres tras ser la pieza desmontada.

[3]​ Tras el juicio, Nicole empezó a llevar una vida aparentemente alejada de la prostitución, manteniendo al parecer una breve relación amorosa con el abogado que la había defendido.