Cada batallón se compone de cuatro a ocho compañías, dirigidas por un capitán.
El MFD existió hasta 1870, cuando la Carta Tweed puso fin al control estatal sobre la ciudad.
A pesar de esta decepción, los voluntarios continuaron en sus funciones hasta ser relevados por unidades profesionales.
Un centro de mando móvil también fue puesto en marcha fuera, en Vesey Street, pero fue destruido cuando los edificios se derrumbaron.
El FDNY había desplegado 200 unidades al lugar, con más de 400 bomberos y paramédicos cuando los edificios se derrumbaron.
No había prácticamente comunicación con la policía, que tenía helicópteros en el lugar.
Cuando las torres se derrumbaron, cientos de bomberos resultaron muertos o atrapados.