Nervio maxilar

El nervio maxilar recibe información sensitiva de la duramadre de la fosa craneal media y anterior, de la nasofaringe, el maxilar, la cavidad nasal, los dientes del maxilar superior, y la piel que recubre el párpado inferior, la mejilla, el labio superior, y la zona lateral de la nariz.[1]​ Después de nacer del ganglio trigeminal, pasa a través del seno cavernoso, y abandona el cráneo por el agujero redondo, entrando en la fosa pterigopalatina.Cruza dicha fosa en dirección anterior, para luego penetrar en órbita por la fisura orbitaria inferior, para salir luego por el surco y foramen infraorbitario, llamándose ahora nervio infraorbitario.Además, fibras parasimpáticas de ese ganglio, más fibras simpáticas del plexo carotídeo se unen a ramas del nervio maxilar en esta fosa, para abandonarla juntas, como ramas orbitarias, palatinas, nasales y faríngeas.En su recorrido, el nervio maxilar da numerosas ramas:[1]​[2]​