Se origina en las neuronas bipolares[1] localizadas en el epitelio olfatorio que recubre la mayor parte del cornete superior y la pared opuesta al tabique en las fosas nasales (mancha amarilla).
El origen histológico real del nervio son las prolongaciones dendríticas de las neuronas en la mucosa olfativa.
El nervio asciende desde la parte superior cavidad nasal y por encima del cornete, hasta el hueso etmoides.
El examinador ordena al sujeto a cerrar los ojos y previa comprobación que cada vía nasal esté despejada, acerca sucesivamente a cada una de las fosas nasales la substancia olorosa, tapando la otra con el dedo, haciendo que el paciente inhale lo suficiente como para estimular la olfación.
[2] Otras causas menos frecuentes incluyen tumores nasales o en el lóbulo frontal.