Un negocio inclusivo incorpora a los sectores de bajos ingresos, ya sea como socios, consumidores, proveedores o distribuidores.
Se trata más bien de buscar modelos empresariales sustentables que permiten "prosperar ayudando a los demás", donde el negocio central genera impacto social y ambiental positivo.
Implica una serie de actitudes, competencias y habilidades que permiten a las personas convertir sus sueños en realidad, para luego verlas dar frutos.
[3] Las empresas tienen segmentos a los cuales van dirigidos pero los negocios incluyentes traen consigo un nuevo concepto, en la que la empresa va con la sociedad, con una ética empresarial, donde estas generan bienestar a la sociedad y de igual forma generan riqueza económica, además de incentivar la participación en la economía formal, además de ser una alternativa para lograr el desarrollo sustentable.
Los negocios inclusivos proponen un nuevo rol para la empresa en la sociedad, bajo una orientación ética diferente donde el rol de las empresas es generar bienestar para la sociedad al mismo tiempo que genera riqueza económica.
Dada la baja participación de la ciudadanía en la economía formal, que se ve reflejada en los índices de inequidad del mundo globalizado,[5] los negocios inclusivos constituyen una alternativa viable para el desarrollo sostenible.
El problema del desarrollo en Latinoamérica se encuentra fuertemente vinculado con los niveles de empleo informal.
Este concepto surge desde la brecha entre emprendimiento y las políticas públicas de empleo.
Así, las políticas empresariales se enfocan mayormente en el fortalecimiento para la competición en los mercados mundiales dominados cada vez más por el conocimiento.
Los negocios inclusivos no son acciones paralelas de las empresas (o lo que se llama «responsabilidad social empresarial»).
La empresa «pivote» generalmente se caracteriza por ser de gran tamaño y liderada o apoyada generalmente por empresarios o asesores con gran trayectoria, experiencia y con un nivel educativo alto.
Los negocios inclusivos se caracterizan por presentar garantías de sostenibilidad (económica, ambiental y social) en el tiempo.
Como empleados y proveedores, los segmentos de bajos ingresos obtienen acceso a la economía formal, incluyendo las posibilidades de formación y el acceso a financiamiento e ingresos.
Estos son programas grupales cuyo objetivo es brindarles a las mujeres acceso al capital para empoderarlas económicamente.