Este monumento, que cubría la capilla funeraria del chaty, fue dedicada por su hijo, padre divino de Ptah, Bakenptah.
También fue el responsable de anunciar el décimo y undécimo Heb Sed del rey, como quedó grabado en varios monumentos.
Volviendo a sus raíces familiares, decidió construir su tumba en la necrópolis de la antigua capital.
Probablemente descubierta por los saqueadores o por los primeros exploradores de la necrópolis en el siglo XIX, los elementos significativos de este monumento fueron expoliados y se encuentran actualmente dispersos en varios museos del mundo.
[nota 1] En la tumba se han hallado diferentes objetos: Como chaty del Alto Egipto, Neferrenpet se refleja en varios documentos: A veces se le atribuye el pequeño monumento que representa por un lado a Ramsés II como un niño con su dedo en la boca y el uso de la trenza de los príncipes reales, y en el otro lado un chaty que realiza una ofrenda a Ptah en la actitud y con la iconografía muy cercana a la del monumento con su nombre que se conserva en Nueva York.