Ocurre naturalmente como parte del tiempo o de la actividad volcánica.
Es común en atmósfera fría debajo de aire templado.
La neblina hace visibles los rayos solares, por el contrario, la niebla debido a su alta densidad de partículas no hace visibles los rayos solares.
La neblina se logra captar, extendiendo redes de malla plástica colocadas verticalmente.
Las pequeñas gotas se depositan en la trama de la tela y al aumentar de tamaño son atraídas por la gravedad o pueden ser conducidas a un tanque de almacenamiento para su uso tanto como agua potable o como agua para riego.