Nati Cañada

Hija y hermana de artistas (su padre fue el pintor Alejandro Cañada).

[2]​ Su estilo ha recibido la denominación de realismo mágico, cuenta con una larga carrera expositiva.

Cañada toma varias fotos, desde varios ángulos, capta los gestos, las miradas, las posturas, luego el resto corre por su cuenta en su hogar en Madrid, donde le lleva meses y horas concretar un cuadro y plasmar en él los mensajes ocultos, la personalidad íntegra de las personas .

Las figuras y los objetos se sitúan en una ensoñación que los caracteriza como visiones oníricas.

La arqueología clásica fragmentada o las escenas bíblicas con el Cristo como protagonista se dan cita en una siguiente etapa donde la artista pareciera asumir las dos raíces fundamentales de la cultura de Occidente: Grecia y Roma por un lado, el cristianismo, por otro.

Cañada es una artista de evolución silente y progresiva en una continua indagación sobre el lenguaje pictórico .

Al mudarse a Madrid, su obra sufre la deformación, se desmanda del todo.

Los fondos se apaciguan, azul gris liso, como si fuera el espacio vacío.

[4]​ En fondos azules tan limpios, van apareciendo unas nubes, primero blancas, luego más grises y al final casi tormentosas.

Se interesa más por la materia, pinta personas con ropa mojada, árboles, hojas, frutas, papeles arrugados, roturas, cerámicas.