En el recinto donde se celebra la romería, conviven miles de personas que se alojan en improvisadas cabañas y casetas para comer, cantar, bailar y dormir poco, entre otras cosas.
Las cabañas, las montan desde el estilo menos elaborado y más económica, hasta las muy trabajadas, incluyendo desde neveras a cocinas completas, y desde pequeñas radios a equipos de música dignos de cualquier discoteca, televisores, etc.
La fiesta comienza la tarde-noche del viernes, el día del pulpo, momento en que se consumen miles de raciones servidas por pulpeiros mientras resuenan las canciones de las charangas y los gaiteiros, ya que ese día no hay orquesta.
El lunes, a las cinco y media de la tarde, se realiza el descenso humorístico del Landro desde el Souto da Retorta, paraje declarado de interés natural, en donde los romeros, con disfraces, y auténticos artilugios creados con gran imaginación, descienden el río hasta la altura del campo de la fiesta.
Desde entonces se ha venido convocando de forma ininterrumpida la Romería do Naseiro.